El sector de la logística se enfrenta a numerosos retos, como cierres relacionados con pandemias, escasez de contenedores, tormentas económicas en contra y, como siempre, las amenazas que plantean las catástrofes naturales o los accidentes. Aunque las causas de los recientes atascos en el sector del transporte varían, las repercusiones en la economía mundial son inmensas y no es probable que se disipen pronto. Para Victor Enzler, experto en seguros de transporte en Suiza, una cosa está clara: las empresas no pueden evitar reevaluar sus cadenas de suministro y ajustar en consecuencia sus prácticas de compra, distribución y logística.
Las perturbaciones masivas en el sector logístico son uno de los muchos retos a los que se enfrenta el mundo desde el inicio de la pandemia a principios de 2020. En junio de 2021, por ejemplo, había 160 mil contenedores TEU (equivalente a veinte pies) vacíos en Yantian, al norte de Hong Kong. Esto equivale aproximadamente al tráfico de un día en los puertos de Shanghai y Hamburgo juntos. Estas perturbaciones han provocado congestión portuaria, retrasos en las entregas y un aumento sustancial de los costes de flete, que la guerra de Ucrania ha exacerbado aún más.
Shanghai: Congestión portuaria de proporciones históricas
Cuando la pandemia empezó a remitir en muchas partes del mundo en la primavera de 2022, China se vio especialmente afectada. Como parte de su "estrategia Covid cero", Shanghái quedó totalmente bloqueada del 5 de abril al 31 de mayo de 2022, lo que ralentizó considerablemente el flujo de mercancías en todo el mundo. Después de todo, Shanghai no sólo es el mayor puerto marítimo, sino que también alberga el Puerto de Aguas Profundas de Yangshan, el mayor puerto de contenedores del mundo. Aunque las instalaciones portuarias no se cerraron, debido a las estrictas medidas de contención in situ, las operaciones tuvieron que gestionarse con un número significativamente menor de trabajadores, a algunos de los cuales no se les permitió salir de la zona portuaria.
Así pues, la funcionalidad y la capacidad del puerto quedaron muy restringidas, y se produjo una enorme congestión portuaria, con hasta 500 barcos esperando para cargar/descargar su mercancía. Grandes cantidades de mercancías listas para la exportación y la importación permanecieron bloqueadas in situ. Aunque la situación se ha calmado algo desde entonces, podrían pasar meses antes de que la congestión se resuelva por completo, y quién sabe qué nuevos retos nos esperan.
Concentración de valores como riesgo peligroso de acumulación
La consecuencia directa del último bloqueo (por el momento) es una concentración de valores a una escala sin precedentes en el "Gran Shanghai". Mientras que en tiempos "normales", el sector de los reaseguros solía asumir unos cuantos miles de millones de USD en valores de materias primas de media diaria, ahora hay que contar con una cantidad de dos dígitos de miles de millones. Y esto sin incluir el valor de los barcos, las instalaciones portuarias, los edificios o los daños consecuentes a las zonas circundantes. Es difícil imaginar las repercusiones financieras derivadas de un grave tifón o terremoto en Shanghai o sus alrededores.
En otras palabras, las amenazas actuales son innumerables y diversas e incluyen perturbaciones relacionadas con pandemias, guerras y conflictos civiles, y tormentas cada vez más graves e inusuales, y se aplican a zonas relativamente pequeñas con concentraciones de enormes valores de activos. Como anticipo de lo que podríamos encontrarnos, el supertifón "Maemi" de 2002 fue uno de los ciclones más graves de la historia de Corea del Sur. Sólo los daños en las instalaciones portuarias de Busan se estimaron en unos 50 millones de USD y redujeron la capacidad de carga del puerto en un 20%. Además, debido a las prolongadas huelgas y a tres días festivos poco antes, el valor de los bienes en ese momento era inusualmente alto, lo que amplificó aún más el impacto.
Congestión del transporte de mercancías y embotellamientos de capacidad fuera de Asia
Sin embargo, estas perturbaciones y cuellos de botella no se limitan a las metrópolis comerciales asiáticas. ¿Recuerdas cómo el mundo se quedó paralizado ante la visión del portacontenedores "Ever Given" cuando bloqueó el Canal de Suez durante seis largos días en marzo de 2021? Antes de que fuera reflotado tras una complicada y larga operación de rescate, unos 400 barcos quedaron bloqueados para entrar en el Canal. Muchos otros optaron por la ruta más larga alrededor del Cabo de Buena Esperanza. Se espera que la liquidación del seguro en curso cueste unos 2.000 millones de dólares, una de las mayores hasta la fecha.
Independientemente de las diversas causas de la reciente congestión del transporte de mercancías, los acontecimientos actuales deben observarse de cerca, analizarse y - lo que es importante - financiarse. Como se ha señalado, el sector logístico mundial está aún lejos de funcionar con normalidad. Al mismo tiempo, la demanda de materias primas, bienes de nueva producción y contenedores está creciendo con fuerza, generando volúmenes y riesgos aún mayores. Sin embargo, lo que es una bendición para la economía está llevando a los puertos de carga de Europa y Norteamérica al límite de su capacidad. Por eso hay retrasos regulares y tiempos de espera más largos a nuestras puertas.
Es hora de actuar: Recomendaciones y consejos prácticos
Dado que no es probable que la situación se calme antes de la primavera de 2023, las empresas deben considerar proactivamente cómo afectarán estos cambios en la economía mundial y en las cadenas de suministro a las actividades empresariales, y revisar en consecuencia sus planes/procesos de compra, distribución y logística.
En muchos casos, habrá que desarrollar nuevas soluciones para evitar que las materias primas, las piezas de recambio o los productos acabados lleguen con mucho retraso y posiblemente incompletos o dañados. A continuación, se exponen algunas medidas y recomendaciones generales para disminuir los riesgos:
- Revisa los contratos de venta y los Incoterms® 2020: ¿quién organiza y paga el transporte? ¿Quién asume el riesgo de pérdida o daño? ¿A qué parte se indemnizará? Si los obstáculos logísticos son difíciles de superar, transfiere el riesgo al socio contractual extranjero para amortiguar los efectos adversos de las pérdidas o daños y solucionar los problemas.
- Identifica los cuellos de botella: ¿qué puertos marítimos o aeropuertos son los "puntos calientes de congestión"? ¿Cuáles son las razones y qué precauciones hay que tomar?
- Evalúa nuevos medios de transporte, rutas de transporte y opciones de desvío: ¿cuál es el Plan B? Evalúa rutas y medios de transporte alternativos y prueba los desvíos en una fase temprana.
- Habla con colaboradores empresariales y transportistas: ¿los puertos marítimos, aeropuertos y almacenes de transbordo implicados cuentan con todo el personal y están operativos? ¿Hay rutas de transporte interior operativas, suficientes vehículos y conductores con experiencia en la ruta? Selecciona por ti mismo a los subcontratistas en tierra, incluyendo la presentación del certificado del seguro de responsabilidad civil del transportista en el que conste la suma asegurada. Insiste en la transparencia o, si es necesario, cambia de transportista.
- Revisa el diseño y la protección del embalaje de las mercancías: ¿las nuevas rutas de transporte y los tiempos de viaje más largos exigirán cambios en la forma de embalar las mercancías? Si esto no está bajo tu control directo, comprueba y da instrucciones sobre cómo se embalarán, transportarán y almacenarán las mercancías. Evita tomar atajos para evitar daños o preservar la posibilidad de recurso.
- Comprueba tu propio seguro de transporte: ¿son adecuados el alcance de la cobertura y las sumas aseguradas?
- Busca el intercambio de conocimiento: dialoga con las autoridades, las asociaciones del sector y tu aseguradora. Como aseguradora de transportes, por ejemplo, tenemos a nuestra disposición una red mundial de expertos especializados en riesgos.
Las empresas se enfrentan al reto
La congestión portuaria en muchos lugares del mundo y sus consecuencias nos acompañarán probablemente durante algún tiempo.
Actualmente, Shanghái sigue teniendo la mayor concentración de mercancías del mundo. Cualquiera que transporte mercancías allí o a través de otros cuellos de botella debe considerar más que nunca los riesgos asociados y las soluciones alternativas. También son previsibles más cambios y nuevos retos. Todas las partes implicadas en el movimiento transfronterizo de mercancías deben tomar medidas prudentes para gestionar los retrasos en las entregas, cada vez más inevitables, y esforzarse por desarrollar cadenas de suministro resistentes que se puedan planificar y aumenten la probabilidad de que las mercancías lleguen sin daños en el momento previsto. Una gestión del riesgo bien planteada y desarrollada también repercute positivamente en las primas de los seguros.
